Basado en una historia irreal.

Pregunté: ¿Qué hora es?

Respondió: la hora de que hagas algo con tu vida...

... Así comenzó mi día, linda discusión algo desabrida, despeinado y con mucho sueño todavía, quizás lo que de verdad me molestó de eso fue haber salido sin tomar café y el acostumbrado beso de despedida. Caminaba por la calle y recordé que debía hacer varias cosas, respirar era la más complicada y difícil, le secundaba el deber de seguir caminando, luego pensar y por último no olvidar que debía seguir respirando ¡coño! ya entiendo porque me dijeron que tenía que hacer algo con mi vida. 

Caminaba de regreso, luego de ir y comprar un estic lip de cacao porque en donde vivo el frío es tan huérfano que me parte los labios como se le partió a él el corazón luego de quedarse solo en el mundo; entré, seguía molesta, me dirigí a mi cuarto y comencé a buscar oficio, un par de canciones, dos o tres tweets y de repente ¡Oh! escribiré algo, busqué mi smartphone y mandé un pin diciendo "algo", sí, tengo algo de humor en la sangre todavía; jajá entré a un blogspot y había alguien que tenía 100.000 personas leyéndolo, quise ser el 100.001, pero sinceramente, no me parecía nada interesante leer como iba la economía en Grecia, ni como Alemania ayudo a la Italia, tampoco de Obama diciendo que Venezuela no lucha contra el lavado de BLA BLA BLA BLA, ¿ustedes creen que a mi me interesa eso? Sí, pero a ustedes no. 

SOY UN GENIO, ya hice algo por mi vida: que no me importe la vida de los demás...

¡¿ESCUCHASTE MAMÁ?!